Una barra de acero temprada a inducción y cromada generalmente viene corte a medida y luego trabajada segundo dibujo; la elaboración mecánica tiene lugar, en la mayor parte de los casos, a ambas las extremidades, por un largo variable.
Esta elaboración es hecha difícil por la dureza de la capa fuerte. Es posible evitar esta dificultad adoptando el Temple a Zonas, realizando es decir, a lo largo del largo de la barra, una secuencia de zonas fuertes a inducción alternada con otras no tempradas.
Gracias a esta técnica las áreas, a las extremidades del trozo, que debbono ser trabajadas de máquina son dejadas sin temple y quedan por lo tanto fáciles de trabajar. Obviamente hace falta conocer en antelación el dibujo de los trozos y unir de ello alguno conjunto hasta alcanzar el largo total de una barra.
Del punto de vista metalúrgico esta práctica es decididamente mejor que el recocido localizada después de temple a inducción, aunque la operación es ejecutada antes del cromado.
Después del cromado no es posible reconocer las áreas que no han sido forjadas a inducción; por consiguiente hace falta dejar una incisión en correspondencia de la sección de canto y, si las dos extremidades de trabajar no son mismo largo, un marcaje identificará la extremidad más larga.
La tolerancia sobre el largo de la zona templada es -0 + 10 mm.
El temple a zonas no condiciona la geometría de la barra o la calidad de la superficie cromada.
- Facilidad de corte;
- Facilidad de elaboración.
- Ligeramente más cara;
- No se puede disfrutar la disponibilidad de material ya listo en stock.
la gama
La tecnología HIPERCHROMIUM, en efecto, ha establecido nuevos estándares en el sector.
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